Cómo empezó mi cáncer de páncreas
Cuando se me diagnosticó cáncer de páncreas, una de las primeras preguntas que me hice fue: ¿cómo diablos llegué aquí?
Después de investigar y hablar con mi médico, aprendí que el cáncer de páncreas es una enfermedad muy complicada y difícil de detectar.
Pero en retrospectiva, puedo identificar algunos factores que probablemente contribuyeron a mi diagnóstico.
Historial médico
Antes de mi diagnóstico, yo había sido diagnosticado con diabetes tipo 2, otra enfermedad relacionada con pancres páncreas.
La diabetes tipo 2 se produce cuando el cuerpo no produce suficiente insulina o no la utiliza correctamente. Esto puede poner una tensión en el páncreas, lo que puede contribuir al desarrollo del cáncer.
Hábitos alimentarios
También he sido consciente de que mi dieta no sea la más saludable.
Durante años, he comido en exceso y he consumido muchos alimentos procesados y ricos en grasas, especialmente carne roja. Varios estudios han establecido una conexión entre los alimentos procesados y el cáncer de ;ancreas factor que ahora sé que contribuyó a mi diagnosis es el alto consumo de alcohol.
Durante más de una década, fui un bebedor regular y consumía unas dos copas de whisky al día.
El abuso de alcohol también puede causar inflamación en el páncreas, lo que aumenta el riesgo de cáncer.
Antecedentes familiares
Aunque el origen exacto del cáncer de páncreas es desconocido, se cree que los antecedentes familiares pueden ser un factor de riesgo. Después de mi diagnóstico, descubrí que mi abuela materna había tenido cáncer de ve.
Esto significa que tenía un riesgo ligeramente mayor de ee la enfermedad que alguien sin antecedentes familiares.
Conclusión
Por supuesto, es importante recordar que el cáncer de páncreas es una enfermedad compleja y multifactorial.
No puedo decir con certeza cuál de estos factores contribuyó más a mi diagnóstico. Pero sé que mantener hábitos saludables, incluyendo una dieta balanceada y limitar el consumo de alcohol, es importante para minimizar el riesgo de cáncer.
Siempre es recomendable hablar con su médico si tiene preocupaciones acerca de su riesgo de cáncer.
